Empresarismo Agropecuario

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viernes, 12 de octubre de 2012

Control Biológico de Plagas


Existen tres métodos de control de plagas: químico, mecánico y biológico.

Control químico de las plagas: se basa en la aplicación de productos químicos (plaguicidas, insecticidas, fungicidas, herbicidas, nematicidas), que eliminan a las formas de vida perjudiciales para los cultivos o para el ser humano. Estos métodos suelen acabar con muchas plagas, pero tienen el inconveniente de que afectan al medio ambiente y al propio ser humano, pues estas sustancias toxicas se integran en las cadenas tróficas y en los alimentos.

Control mecánico: se basa en el uso de prácticas no químicas como la rotación de cultivos, eliminación de los restos de malas hierbas, y otras que cambian el medio natural en que habita el insecto, haciendo más difícil que logre sobrevivir.

Control biológico: consiste en combatir las plagas y los insectos indeseables mediante la introducción de sus enemigos naturales, los cuales se los comen o impiden su desarrollo.

Los campesinos aportan con su experiencia datos importantes sobre muchas plantas que ahuyentan los insectos: hormigas, comején, mosquitos, tábanos y otros. Las hay acuáticas y aéreas. Los insectos están dotados de extrañas percepciones, repugnancias o atracciones. En la actualidad, esto se ha convertido en toda una ciencia, la ciencia del control biológico, la ciencia de los “no productos químicos” contaminantes: la alelopatía.

Muchas investigaciones se han realizado para descubrir secretos que nos permitan controlar animales que nos causan problemas, sin necesidad de contaminar ríos, quebradas, fuentes de gua, la naturaleza y nosotros mismos.

La proliferación de hormigas es uno de los problemas más grandes de salubridad que debemos enfrentar en muchas regiones de nuestro país.

Sin embargo, las hormigas pueden ahuyentarse utilizando una planta llamada lechero colorado, cuyo nombre científico es Euphorbia cotinofilia. También se le conoce con los nombres de nacedero, lorencillo, matarratón y manzanillo platero.

Para el control de pulgas, la altamisa y el eucalipto son una buena alternativa, pues estas plantas poseen olores que exterminan y alejan a las pulas de los sitios donde se encuentran.
La manzanilla y el cilantro, sembrados alrededor del curubo, evitan el hongo en los cultivos de curuba. En una huerta de frutales, la mejor opción para un buen control biológico es sembrar en los linderos y dentro de la misma, romero y tomillo.

Otra de las mejores alternativas para controlar la proliferación de moscos dentro de las huertas, especialmente dentro de las casas, es la ruda y la alfalfa, pues estas plantas poseen olores que mantienen alejados a los insectos.

Un buen método para controlar gusanos, babosas y caracoles, es colocar un pedazo de tabla o una hoja de lechuga en el suelo, ya que es una trampa efectiva para estos moluscos, pues ellos buscaran refugio en dicho lugar. Solo hay que recogerlos y destruirlos al día siguiente.

Podemos utilizar en forma efectiva tapas de frascos con ceniza que se colocan a ras de tierra; estas tapas atraen, emborrachan y ahogan a estos pequeños y perjudiciales animalitos.

Sin embargo, uno de los métodos de control biológico del jardín y la huerta es incrementar la supervivencia y el hogar de los sapos y las ranas, especies que en tres meses se comen unos 10000 insectos.

En muchas regiones se acostumbra a hacer sembrados de maíz, haba y arveja, que generan sustancias olorosas que impiden el ingreso de muchos artrópodos al cultivo, dándose cosechas muy buenas.

La remolacha y la espinaca suelen formar un buen equipo cuando de repeler insectos se trata; por eso siempre hay que sembrarlas juntas.

Finalmente, un suelo bien cuidado, sin escasez de nutrientes, permitirá mejores resultados.

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