La apicultura es
el arte de criar abejas con genes de abejas africanizadas, con el fin de
estudiar su manejo y comportamiento, para obtener mayor productividad con un
mínimo de gastos.
Las abejas son
muy útiles para el hombre ya que además de proporcionarle miel, cera, polen y
jalea real; también mejoran la productividad de sus cultivos.
Cuando una abeja
se posa en una flor para recolectar el néctar y polen, sus patas se llenan de
polen. Al pasar a otra flor deja el polen de la flor anterior polinizándola y
haciendo que nazcan nuevas semillas que darán origen a nuevas plantas.
Para construir
un apiario, sitio donde se crían las abejas, es importante buscar un lugar
tranquilo, evitando que este al lado de viviendas y caminos, unos 200 metros.
El mejor lugar es cerca a un bosque y a una fuente de agua limpia. Se colocan
cajas de madera con marcos verticales para que allí las abejas construyan sus
panales y la reina ponga sus huevos con ayuda de los zánganos. Encima de esta
caja se coloca una rejilla con huecos del tamaño de las obreras para que solo
ellas puedan entrar y salir evitando que los zánganos se coman la miel que está
más arriba, en otra caja. En la parte de arriba se le coloca un techo de metal
para evitar que la lluvia entre, pues podrían morir.
La miel natural
es una sustancia dulce, espesa y pegajosa, preparada por las abejas, con base
en el néctar que recolectan de las flores. La miel es un alimento que se
utiliza en diferentes preparaciones como: horneados, té, café, jugos de frutas,
dulces, galletas, frutas, confites y panes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario